
06 Oct Resistir al coronavirus
Hablábamos hace unos meses de cómo el coronavirus había puesto todo patas arriba. Ya en abril apuntábamos algunos datos sobre el enorme impacto que iba a tener en las cuentas de muchos negocios. Igualmente, ya en su día comentamos que los envíos a domicilio iban a ser la tabla de salvación de muchos negocios. Otros, lamentablemente, necesitan aún más para sobrevivir.
Ciertamente hay negocios que están consiguiendo aguantar el tirón. Pero esta segunda ola de casos y sus correspondientes medidas sanitarias están llevando al límite a muchos negocios. En nuestro caso, ya son dos los clientes que han cerrado y alguno más se encuentra en una situación delicada.
¿Qué podemos hacer? Resistir al coronavirus.
El principal cambio que debemos aplicar en nuestro negocio ante una situación como esta es enfocar todas nuestras energías en resistir. Todo apunta a que, una vez empiecen a llegar las vacunas el ánimo de aquellos ciudadanos que no hayan visto afectado su trabajo aumentará y se traducirá en un incremento del consumo. Leíamos hace poco que las tasas de ahorro en España y en Europa se habían disparado. Y tiene sentido: ante una situación de incertidumbre la gente deja de gastar, deja de salir, deja de viajar… Pero si siguen teniendo trabajo el dinero estará ahí, ahorrándose, esperando a ser gastado.
La gran pregunta es “¿cuándo va a pasar esto?” Bueno, en teoría las primeras vacunas estarán para finales de año o principios del que viene. Me parece aventurado. Siendo ni muy cautos ni muy agoreros, deberíamos pensar más en estar en modo resistencia hasta el segundo trimestre de 2021.
Una vez que lleguemos a ese momento comenzará la recuperación que, esperemos, sea relativamente rápida, aunque no será inmediata. Lo que sí parece claro es que si nuestro negocio llega vivo a ese punto será capaz de nadar hasta la orilla y salvarse.
¿Cómo hago que mi negocio resista al coronavirus?
No hay recetas mágicas. Eso es lo primero. Ojalá tuviera una varita y te dijera “haz esto o aquello” y empezaras a vender sin parar.
Pero sí vamos a intentar dar algunas pinceladas. Seguramente algunas de estas cosas ya las has hecho o intentado para resistir al coronavirus:
- Renegocia tu alquiler. Es uno de los mayores gastos a los que se enfrenta cualquier negocio y es independiente de si estás abierto o cerrado. Los negocios a tu alrededor están cerrando y tienes que hacerle ver a tu casero que si te vas, no va a encontrar a nadie en mucho tiempo. Lo mejor para todos es que tu negocio sobreviva.
- Repasa tus escandallos. Una y mil veces. Siempre son importantes, pero ahora cada céntimo que ahorras es un céntimo más cerca que estás de salvar tu negocio. Repasa las recetas pero, especialmente, los consumos reales. Escandallar bien puede ser complicado. Si necesitas ayuda contacta con nosotros.
- Rediseña tu carta. Simplifica, mejora y busca el ingenio para tener platos que te dejen un mejor rendimiento, que tarden menos en salir, que sean novedosos y los clientes quieran probarlos.
- Ofertas, ofertas y más ofertas. Habrá negocios en los que esta filosofía no encaje o cueste acoplarla, pero hay que animar a la gente a que consuma, a que vaya a tu local, a que te pidan comida para casa… Una vez que tienes bien hecho el escandallo puedes ajustar mejor tu precio. Cada cliente es oro y una oportunidad de tener un futuro cliente. Por ello, mejor tener precios más económicos para llegar a más clientes, aunque el beneficio neto sea el mismo.
Piensa que, con una mayor rotación, disminuirás también las mermas y será más fácil amortizar esos costes fijos o semifijos. - Comunica mucho. En línea con lo anterior, de nada sirve que tengas ofertas si no las comunicas. Redes sociales, newsletters, grupos de whatsapp, salir a la puerta del local… hay que ser pesado y llamar la atención, sí. Que el potencial cliente te tenga en mente y cuando tenga hambre se acuerde de ti.
¿Hacer publicidad en RRSS? Sí pero no. Si ya llevas tiempo haciéndolo y sabes qué tipo de contenido te funciona, adelante. Si vas a comenzar ahora mucho cuidado. Puedes acabar gastando un dinero precioso en algo que no sabes su retorno. Eso sí, si lo haces, hazlo con profesionales.
Ninguno de estos consejos va a salvar por sí sólo tu negocio. Tú eres quien mejor lo conoce, pero lo que está claro es que no podemos quedarnos esperando a que vengan los clientes: hay que ir a buscarlos.
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